No quería estar solo en la pensión, asi que preferí salir a pasear. Contemplar el anochecer en la cuidad me asombró, las luces, los edificios, hasta los automóviles me parecieron hermosos, por un momento me enamore de mi cuidad. Claro, si no fuese por la bulla podría vivir en la calle.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me agrada tu blog, interesante
ResponderEliminarbreve y directo, sincero, honesto
espero que leas el mio
http://elmagnanimocaustico.blogspot.com/